Oaxaca, Oax.- “Jonatan, Jonatan”, grita una mujer desesperada al ver el humo de la explosión que generó una espesa nube blanca, provocando el pánico entre los presentes, en el corazón de la ciudad de Oaxaca de Juárez, mientras se realizaba el desfile de delegaciones.

La falta de seguridad del gobierno del estado, quedó evidenciado en este accidente que no debió ocurrir, toda vez que por años se ha llevado a cabo este evento y jamás había sucedido algo similar.

Para el gobierno del estado de Oaxaca, que encabeza Salomón Jara Cruz, es más importante tomarse la foto del recuerdo y subirlo a las redes sociales, que ocuparse de garantizar la seguridad de los asistentes a este evento.

Parecen “novatos”, gritaba algunos asistentes que no daban crédito a este hecho tan lamentable que generó miedo e incertidumbre en el corazón de la Verde Antequera.

La gente, sin entender lo que ocurría, se amontonó y corrió, desordenadamente, aumentando el caos en la escena.

Una señora vestida de Istmeña, con su semblante de miedo, gritaba: “Jonatan, Jonatan”, al perder a su hijo entre la gente, sus gritos quedaron grabados ya que pedía ayuda para el menor.

Los asistentes, lamentaron este hecho pues argumentan que este suceso debió evitarse ya que el gobierno tiene la obligación de garantizar la seguridad de los asistentes.

El saldo preliminar, es de siete personas lesionadas por la explosión de una rueda de pirotecnia en la calle de Alcalá y Murguía en el contexto del desfile de delegaciones.

De las personas que fueron trasladas a la Cruz Roja Mexicana delegación Oaxaca, se trata de seis personas adultas y una mejor de edad.

Cabe señalar que en el mes de diciembre del 2023, se registró otro “accidente”, que evidenció la ineptitud del gobierno de Oaxaca.

Paramédicos de Cruz Roja y Bomberos llegaron a laborar en el lugar del incidente, pero poco pudieron hacer.

Cabe señalar que los lesionados tienen todo el derecho de exigir la reparación del daño, porque asistieron a un evento masivo donde se tuvo que garantizar su seguridad.

Es de destacar que a los medios de comunicación que se encontraban presentes no les permitían grabar los hechos y personal de gobierno del estado les empujaban a fin de que no pudieran evidenciar la tragedia.