Celebran Día de la Samarita en Oaxaca

 

Oaxaca. Oax.- Pese a la crisis de agua que se vive en el municipio de la Ciudad de Oaxaca de Juárez y municipios conurbados, algunas escuelas, negocios y edificios públicos, regalaron aguas de diversos sabores en el tradicional Día de la Samaritana.

Este viernes 8 de marzo, se llevó a cabo en la capital oaxaqueña, la tradición conocida como La Samaritana, la cual distingue a este estado del sur por un acto de generosidad de regalar agua fresca a los paseantes.

Se realiza en oficinas púbicas, escuelas, negocios, iglesias, mercados, barrios y parques.

Pero también hubo quienes este año no obsequiaron aguas, toda vez que su situación económica no es buena y otros más por la falta de vital líquido en la capital oaxaqueña.

Esta fiesta muy característica de Oaxaca y que desde hace medio siglo se realiza el Cuarto Viernes de Cuaresma, en realidad no se sabe con certeza la fecha ni quién la comenzó, pero sí el propósito: recordar entre los católicos el episodio que está en el evangelio de San Juan, donde Jesús llega a un pozo y pide agua a una mujer y ésta le da de beber.

Todo inició cuando en los atrios de las iglesias del centro de Oaxaca se hacía la representación de este pasaje. A la gente le gustó mucho que la mujer que daba agua a Jesús estuviera vestida como china oaxaqueña. Por eso, ahora, en muchos lugares se acostumbra que quienes repartan vistan trajes típicos de las siete regiones del estado.

Resulta muy común observar cómo se preparan, con varios días de antelación, los arcos de palma, los cuales se decoran con flores, especialmente buganvilias, ollas con aguas frescas, así como la recreación de pozos.

En algunos lugares, incluso, se realizan concursos para escoger a quienes representarán a Cristo y a la Samaritana. También se organizan concursos en oficinas, escuelas y otras dependencias para escoger a la pareja que representará este pasaje bíblico. De igual manera, se reparte nieve, dulces regionales y algunos antojitos.

Diversas asociaciones e iglesias se organizan para conservar esta tradición que ahora se volvió más ecológica, ahora se pide a los visitantes que traigan su propio vaso para evitar el contagio de enfermedades y también para hacerlo más ecológico y no desperdiciar tantos vasos desechables que generan contaminación al medioambiente.