Politólogos y analistas afirmaron que la concentración en el Zócalo de la Ciudad de México, convocada por el presidente Andrés Manuel López Obrador en el marco de la Expropiación Petrolera, es un acto de revancha contra las manifestaciones ciudadanas, dar un manotazo para tratar de reivindicarse como el dueño de las plazas públicas y también medir el poder de movilización de Morena y su movimiento.
Alberto Aziz Nassif, analista político, aseguró que “el Presidente quiere mantener sus bases de apoyo y está recurriendo a esta concentración con el motivo de la Expropiación Petrolera y para convalidar su política energética y el tema de la soberanía nacional, dándole una animación masiva para ir preparando el camino de la sucesión presidencial y para aceitar las maquinarias de movilización del gobierno y de la 4T”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, indicó que también es una respuesta a la movilización ciudadana del 26 de febrero que llenó el Zócalo, una forma de mostrar el músculo político del oficialismo y decir que “somos más fuertes y grandes que el bloque opositor”, bajo la lógica de polarización que se impulsa en las mañaneras y como una estrategia de corte electoral frente a una oposición que se ha ido articulando en torno a banderas de la defensa del INE y la democracia.
Gabriel Guerra, analista político, señaló que la manifestación de este sábado ocurre en una fecha simbólica para este gobierno, como lo es la Expropiación Petrolera, tema muy cercano al Titular del Ejecutivo federal. También después de la manifestación de los grupos de la alianza opositora que apoyan al INE en el Zócalo y es “natural que en esta competencia de quién llena una avenida o una plaza, López Obrador tenía que responder”.
Indicó que en la última manifestación opositora se rompió “el monopolio del Zócalo” y lo que ocurrirá este sábado es una especie de volver a reclamar esa plaza para sí, por lo que probablemente será una manifestación masiva y “seguramente harán todo para tratar de opacar en número e imágenes lo que se dio hace un par de semanas [por el INE]”.
Arlene Ramírez Uresti, analista política e internacionalista, expuso que al Mandatario federal le molesta que ciudadanos, feministas y otros grupos llenen el Zócalo y esta concentración del sábado es una respuesta, “una revancha, es sólo un pretexto porque no hay nada que festejar, porque la soberanía energética de México está comprometida.
“Es también para demostrar el poder de convocatoria, de acarreo, de movilizar a los beneficiarios de los programas sociales, condicionar su entrega para que asistan, todo ello en la antesala de las elecciones en el Estado de México y las presidenciales de 2024”, apuntó la experta.
Bernardino Esparza, politólogo de la Universidad La Salle, expuso a este medio que en la manifestación de este sábado será interesante no sólo el discurso presidencial en materia de soberanía energética, sino también de temas como la reforma en materia electoral, la situación política del país y seguramente una especie de informe de gobierno de sus primeros cuatro años.
“También es un reto nuevamente de movilización en lo que se llama en el argot político acarreo, como ya lo adelantaron algunos legisladores que pagarán de su dieta el transporte de miles de ciudadanos, algunos presionados y otros por su propia voluntad, como suele ocurrir”.