Ceuta.— Decenas de migrantes intentaron ayer alcanzar el enclave español norafricano de Ceuta, pero fueron devueltos a Marruecos, país contra el que la Unión Europea (UE) elevó el tono asegurando que no se dejará “intimidar” en el tema migratorio.
Desde el lunes, 8 mil migrantes, un récord, lograron ingresar en este enclave, con el telón de fondo de una disputa diplomática entre Rabat y Madrid, por la asistencia médica prestada por España al líder independentista del Sáhara Occidental, un territorio que Marruecos considera como suyo.
Pero 5 mil 600 de ellos ya fueron retornados a Marruecos, anunció la tarde del miércoles la delegación del gobierno español en Ceuta, que dijo no registrar “nuevas entradas” en las últimas horas, puesto que las personas que buscan llegar son devueltas inmediatamente.
Al amanecer de este miércoles, los migrantes seguían lanzándose al agua desde la costa marroquí para sortear a nado un espigón vallado que delimita la frontera, y acceder a suelo español, y por tanto, europeo.
Pero apenas llegaban eran interceptados por soldados españoles y llevados a la fuerza a la frontera para ser devueltos, constató una periodista de la AFP. En su mayoría eran hombres jóvenes, que cruzaban a nado con la ropa puesta. Entre las personas devueltas había algunos que parecían tener menos de 18 años, a pesar de que la ley española estipula que las autoridades deben poner bajo resguardo a los menores no acompañados. El Ministerio del Interior de España aseguró que “se están utilizando los cauces legalmente establecidos en función de cada caso”.
“Hay poco trabajo en Marruecos”, explicó Othman, un barbero de 24 años llegado de Tetuán (norte). Y en España “hay trabajo para nosotros”, dijo, mientras esperaba su expulsión.
En la playa de Ceuta, pequeño enclave de 84 mil habitantes, se podían ver ayer soldados con porras y escudos desplegados. Algunos lanzaron bombas lacrimógenas para evitar acercamientos. Una veintena de jóvenes intentó llegar a nado, pero la Marina Real marroquí les atajó el camino.
Ayer por la noche, unos 300 migrantes marroquíes protagonizaron disturbios y se encararon con la policía al intentar franquear el despliegue policial en Castillejos, a casi un kilómetro de la carretera principal hacia Ceuta.
El avance de los agentes antidisturbios para empujar a los migrantes agrupados en la carretera costera, la mayoría de ellos menores, desembocó en una reyerta entre ambos grupos cuando los emigrantes se pusieron a lanzar piedras contra las fuerzas marroquíes y quemar neumáticos, lo que levantó una espesa humareda visible desde muy lejos.
También quemaron la motocicleta de un agente del Estado (conocido como moqadem), además de apedrear una y otra vez los furgones policiales apostados junto a la frontera.
Enseguida, los migrantes empezaron a correr por todas partes, al mismo tiempo que trataban de trepar por la colina de Belyunesh que se asoma sobre Ceuta para intentar acercarse a la frontera, pero nadie de entre ellos logró acercarse a la carretera principal que da hacia Tarajal, único punto regular de acceso y en donde hay un importante despliegue de seguridad.
Fuente: https://www.eluniversal.com.mx/mundo/ue-endurece-el-tono-ante-marruecos