Con hambre en el mundo: 820 millones de personas

 

La cifra de personas que padecen hambre en el mundo aumentó por tercer año consecutivo, al ubicarse en 820 millones en 2018, mientras que un año antes era de 811 millones, según el informe publicado ayer por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El estudio destacó la dificultad para disminuir a la mitad el número de niños con retraso en el crecimiento y el desafío que representa superar el nacimiento de bebés con bajo peso, situaciones que dificultan alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible del Hambre Cero para 2030.

El informe anual indica además que el sobrepeso y la obesidad continúan en aumento, sobre todo entre los niños en edad escolar y los adultos. La posibilidad de padecer inseguridad alimentaria es mayor para las mujeres que para los hombres en el mundo, con mayor diferencia en América Latina, señaló el organismo.

“Durante los primeros 15 años de este siglo, América Latina y el Caribe redujo la subalimentación a la mitad. Pero desde 2014, el hambre ha ido aumentando”, detalló el representante regional de la FAO, Julio Berdegué.

El aumento del hambre es mayor en América del Sur, donde la cantidad de personas subalimentadas creció 5.5%

Dicho incremento en la región se debe sobre todo al deterioro de la seguridad alimentaria en la República Bolivariana de Venezuela, donde la prevalencia de la subalimentación aumentó casi cuatro veces, de 6.4% en 2012-2014 a 21.2% en 2016-2018, detalló la FAO.

El informe señaló que el aumento del hambre también estaba dado por la caída registrada en los precios de materias primas desde el 2011, que causó un deterioro en las finanzas públicas de muchos países, el aumento en la tasa de desempleo y en la pobreza.

“Tenemos que rescatar, en promedio, a más de 35 millones de personas del hambre cada año desde ahora hasta 2030 si queremos alcanzar la meta”, apuntó Berdegué.

El continente africano registra las tasas de hambre más altas del mundo, con 256 millones de personas, debido a fenómenos climáticos y conflictos armados.